Pasó cerca de mí como una ráfaga. Corría a tal velocidad que si fuera de mi conocimiento o amistad y quisiera alcanzarle, no lo hubiere logrado. Una estela de zozobra dejó en el aire, una impotencia inmovilizante en cada uno de los que esperábamos el minibús a metros de esa maldita esquina. Vestida de sensación, la "cosa" se metió de lleno en el encontronazo de la moto con el flamante utilitario cargado de verduras. El pobre jovencito, voló, sin casco, en una desgraciada pirueta.
Te ha quedado muy bien, amiga. Qué bueno!
ResponderEliminarAbrazos y buen finde.
Gracias, José por tu aliento y permanencia. Abrazo.
ResponderEliminarTal vez breve de palabras, no asi de contenido, me parece magnifico, potente y con lecturas diversas y mi percepción me hace estremecer.
ResponderEliminar¡te felicito¡
Besos muchos,
tRamos
Gracias, Tramos por llegarte y. . .de noche!!! besos, amiga
EliminarMe encanto!! Muy bien logrado, me estremeció una sensación violenta, lograda en tan pocas palabras. Te felicito!!
ResponderEliminar¡Uyyy! que alegría que estés aquí Lau. Gracias por tu comentario.
EliminarEl final estremecedor.
ResponderEliminarUn abrazo Zuni
Malque, un gusto tu apreciación!!! Muchos abrazos, amiga.
EliminarAlguna vez así volé. No una vez, sino tres. Agrega interrogantes a mi existencia física ilesa. Muy bueno.
ResponderEliminarCarlos, amigo querido, tienes un ángel de la guarda muy poderoso. Gracias por tu comentario. Un abrazo.
ResponderEliminar