El escritor





El escritor había dejado caer su cabeza sobre la destartalada mesa de cocina. La noche y su oscuridad lo sorprendieron dormido y babeante. A su lado, un escrito que parecía una carta y junto a él, una botella de ron vacía. Desde el atardecer, no dejaba de beber, del pico nomás, en rebeldía con el mundo y su suerte. Así, se introdujo en la brumosa soledad del sueño, sólo para acallar la pena que le corroía el alma. Esa pena tenía un nombre: Ruth.

2012

"
"

Comentarios

Alimento del alma

Alimento del alma
Del pintor italiano, Charles Edward Perugini (1839-1918)